domingo, 31 de marzo de 2013

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¿POR QUÉ UN COLEGIO CRISTIANO?

Por Gabriel Gil Arancibia. 
Coach de vida; Mentor face to face; Asesor espiritual para Hombres y Mujeres de Negocios Internacional 

Charla para docentes y administrativos del Colegio Cristiano de Quillota, lunes 01 de abril del 2013. 

 Cuando fui invitado a impartir esta charla bajo el tema “¿Por qué un Colegio Cristiano?”, me puse a pensar y dije... buena pregunta. ¿Por qué cristiano y no simplemente otro nombre? Quizás uno de aquellos nombres llamativos como los que hay en la Capital, tal vez un nombre en idioma extranjero a los que estamos acostumbrados, o mejor un nombre usando algún personaje histórico de nuestro país para llamar la atención. Pero no, este colegio se llama Colegio Cristiano de Quillota. ¿Por qué? 

Esta charla no trata de estudiar la historia del colegio, ya saben, el origen de cómo llegó a instalarse en Quillota ni el proceso por el que se convirtió en una alternativa académica más de la ciudad; sino, quiere profundizar en las implicancias que conlleva el título “cristiano”. 

Ante esto lo primero que debemos preguntarnos es, ¿Qué es un cristiano? El diccionario de la Real Academia Española define, “Cristiano: una persona que se precia de creer en Jesús como el Cristo, o en la religión basada en la enseñanza de Jesús”. Pero, ¿eso es todo? ¿así de simple? Con el paso del tiempo el título cristiano ha perdido significado y se lo asocia a personas religiosas o que tienen altos valores morales, en lugar de alguien que ha creído en Cristo y ha sido transformado en pensamientos, palabras y acciones por Él. Por lo que podemos afirmar que hay muchos que parecen cristianos, pero pocos los que son cristianos. Hay diferencias entre “parecer” y “ser”. 

Cristo vino a la tierra con el firme propósito de levantar una comunidad de fe, hombres y mujeres dispuestos a practicar los principios universales de Dios que los ayudarían a convivir en paz entre ellos y con la naturaleza. Estos principios fueron plasmados en primer lugar en el decálogo sinaítico o más conocido como “los 10 mandamientos”, y perfeccionados siglos más tarde en la Ética de Jesús descrita en el Sermón de la Montaña de Mateo 5, 6 y 7. Esta comunidad de redimidos tenían una doble tarea misionera: Autotransformarse diariamente en personas de bien para la sociedad, y transformar su contexto inmediato produciendo estabilidad en todas las esferas de la vida. 

Esta transformación personal y contextual se la conoce como “Evangelio”. La palabra evangelio es un término compuesto por dos vocablos griegos que en conjunto significan, “un mensaje que produce felicidad existencial para el que lo recibe y para quienes están cerca”. 

Así que, llevar el nombre de Colegio Cristiano de Quillota es más que una estrategia publicitaria; significa que las personas que aquí trabajan reconocen su necesidad de ser transformadas por Dios en todas las áreas de su vida para bien, y que a su vez, por medio de su testimonio de vida, transforman a los alumnos que aquí estudian, y por ende, a los padres o apoderados de éstos. Cabe preguntarnos, ¿estamos siendo transformados todos los días? ¿somos lo suficientemente humildes para permitir que Dios genere en nosotros la evolución? ¿nuestros pensamientos, palabras y acciones están acordes con el título que ostentamos de colegio cristiano? ¿estamos satisfechos con nuestras vidas? ¿realmente somos cristianos o al menos intentamos serlo o... estamos lejos de ello? Una cosa es cierta, “no podemos pedir a nuestros alumnos y apoderados que cambien si nosotros no hemos cambiado. Y una cosa más, los cristianos son personas dinámicas, nunca estáticas; reconocen la necesidad de avanzar a niveles de crecimiento cada vez mayores. El cristiano verdadero está llamado por Dios a autogenerar cambios pequeños, medianos y radicales en su mundo interior y en su conducta exterior. 

Quiero terminar reflexionando en un pasaje sacro-escritural antiguo, me refiero a Daniel 12:3, “Pero los maestros sabios, que enseñaron a muchos a andar por el buen camino, brillarán para siempre como las estrellas del cielo”. ¿Qué nos dice este verso? 

Interpretación: Hay dos tipos de maestros, los que enseñan bien y los que enseñan mal. ¿Así de radical? Nos referimos aquí que, “todos pueden enseñar, pero no todos pueden educar” (Paulo Freire). Los educadores son aquellos(as) que tienen el firme propósito de guiar a otros hacia su desarrollo integral, hacia el logro de sus metas personales, enseñándoles a utilizar las herramientas adecuadas en la construcción de sus propias vidas y de la sociedad. Este tipo de maestros son llamados “sabios” porque enseñaron a muchos a andar -o conducirse como personas de bien-, edificando así un estilo de vida marcado por los principios y valores de bienestar para la humanidad. 

Estos sabios y sabias “brillarán para siempre como las estrellas del cielo”; es decir, sus enseñanzas orales y de hechos servirán de guía a los peregrinos de la vida siendo recordados para siempre como lumbreras en medio de las tinieblas. 

Así que, ¿Por qué Colegio Cristiano de Quillota? Usted responda.www.menthor.cl